21 de febrero de 2010

"Didáctica de la Educación Artística". Comentarios

La visión que yo tengo de la educación artística se aproxima a la desarrollada en la etapa de la segunda mitad del s. XIX, basada en la autoexpresión creativa de Herbert Read y Viktor Lowenfeld, y su revisión disciplinar posterior de Elliot Eisner.  El enfoque de la educación artística en la antigüedad y en la Edad Media resulta primitivo, simplista, destinada a unos pocos, y encorsetado en normas muy rígidas, que no permitía ningún atisbo de creatividad.
En el s. XIX, aunque existe una apertura de la educación artística a gran parte de la población, sigue siendo rígida, y basada nada más en la representación veraz de la naturaleza, o en el dibujo técnico, para el acceso a un trabajo especializado. 
En el s. XX, se empieza a reconocer imágenes y objetos de otras culturas, así como el descubrimiento del arte infantil, es decir, comienza a abrirse la mente a otros campos, se flexibiliza. 
Es destacable la importancia que toma el dibujo, como una de las cuatros disciplinas fundamentales de la enseñanza de Aristóteles. Por el contrario considero algo negativo el distinguir como únicas funciones de la enseñanza del dibujo, la utilidad y la belleza.
En cuanto a la etapa de la Edad Media, resulta negativo la falta de consideración social artística de los oficios manuales, los cuales son los que se va encargar de transmitir los conocimientos artísticos. Otro aspecto negativo, es el no esperar originalidad ni innovación estilística en las creaciones artísticas.  Como aspecto a destacar es la enseñanza de los materiales y técnicas, algo fundamental a mi criterio en la educación artística.
De la etapa de s. XIX, podemos destacar la organización de los Sistemas Educativos, siendo obligatorio el dibujo en primaria y secundaria para toda la población.No obstante, el considerar solo dos vertientes, una la técnica y otra la artística, entendiendo ésta solo como una veraz representación de la naturaleza basada en la belleza, resulta bastante incompleta.
De la primera mitad del s. XX se abren las fronteras de las espectativas del arte, anteriormente  bastante encorsetado en los aspectos racionales y estéticos. 
En la segunda mitad del s. XX,  de la Autoexpresión Creativa, es reseñable la importancia del papel de la persona frente a los contenidos, es decir, lo más importante es la formación como persona para integrarse en la sociedad, potenciando su sensibilidad, creatividad, expresividad, comunicación, autoestima, equilibrio, etc.. De toda esta flexibilización de la educación, es importante remarcar que no todo puede ser libertad expresiva, sin tener conocimiento de los métodos, herramientas, materiales, etc, aunque posteriormente el alumno los desheche aplicando unos nuevos extraídos de su propia investigación, pero la base hay que proporcionarla.
El modelo mas completo, pero que también presenta algunos defectos, es el de Elliot Eisner, en el que se hace una revisión de la autoexpresión. Profundiza en la educación artística admitiendo una visión más amplia de las obras de arte, de distintas culturas, épocas o tradiciones, pero se vuelve a caer en el error de rigidizar la enseñanza, de marcar las pautas, de que es lo que esta bien y que es lo que está mal, elitizando el arte, excluyendo imágenes  y contextos cotidianos,  y sin capacidad de reacción para recoger las nuevas tendencias artísticas y culturales. No obstante, está última apreciación de no tener capacidad para asimilar e incorporar los nuevos temas emergentes, es algo que está pasando en la educación en general, sea cual sea la materia a enseñar. El sistema de enseñanza es muy lento, ante los nuevos conocimientos, generados todos los días.




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